jueves, 3 de mayo de 2007

Iglesia de Santa Felicitas


La iglesia de Santa Felicitas es un ejemplar único del estílo gótico romántico aleman, pero no es eso lo que nos llama más la atención sino la dramática historia que se esconde atrás de su construcción.
Felicitas Guerrero era la mayor de once hermanos hija de una de las familias más acaudaladas de Buenos Aires. A sus 16 años fue obligada a casarse con Don Martín Gregorio de Álzaga un cincuenton de mucho dinero. De ese matrimonio tuvo dos hijos que murieron siendo niños y al poco tiempo también su marido.
A los 26 años Felicitas era la mujer más bella de Buenos Aires y había heredado una gran fortuna de su marido. Mujer rebelde e independiente frecuentaba los salones de baile rodeada de pretendientes. Uno de ellos fué Don Enrique Ocampo, un dandy de la época a quien Felicitas dejó ilusionar.
Pero una noche tormentosa Felicitas se perdió volviendo de su estancia a orillas del río Salado y un estanciero vecino, Samuel Saenz Valiente, la rescató e invitó a pasar la noche en su caserón.
Enterado de esto Enrique Ocampo fue a pedirle explicaciones a Felicitas a su casa y mientras estaban discutiendo llegó Samuel Valiente. Felicitas adivinando el final intentó huir pero Enrique le pegó un balazo en la espalda antes de darse él mismo uno en el corazon y otro en la boca.
La familia de Felicitas, luego de su muerte, mandó a construir esta iglesia en su homenaje.

1 comentario:

Marce dijo...

Muy buena idea la de recorrer la ciudad a partir de sus edificios, ¡realmente edificante! En serio, muy bueno, especialmente lo de La Perla. Yo nunca creí demasiado en esa mitologización de la historia, pero hace poco había ido, sin demasiada conciencia de donde estaba, pero cuando entré en el baño, se me puso la piel de gallina, no sé qué, pero algo sentí en la piel, ¡salí, me armé una balsa, y me fui a naufragar! Buenísimo