Ojos que no ven...

Dos familias enfrentadas. Amores prohibidos. Al pasar por la esquina de San Martín y Florida advierto un gran edificio. Siempre lo veo, hoy voy con la intención de observarlo. Poco más de setenta años en la ciudad y el más alto de Latinoamérica en los momentos de su creación. Una historia de venganza le dio su origen. Los Anchorena y los Kavanagh. Los primeros vivían en el actual Palacio San Martín y en el año 1916 Mercedes Castellanos de Anchorena manda a construir la Iglesia del Santísimo Sacramento para cumplir la función de sepulcro familiar. La tragedia comienza cuando uno de los Anchorena se enamora de Corina Kavanagh. Las familias ponen el grito en el cielo y prohiben el romance. La venganza fue extraordinaria, la muchacha mandó a construir un edificio para impedir la visión desde el palacio Anchorena hacia la iglesia, el denominado hoy Kavanagh. El propósito de Corina sigue vigente…para mirar la Basílica de frente hay que situarse en el pasaje que lleva el nombre de la amante enfurecida.
Sol